El tamaño de los espermatozoides no guarda relación con el tamaño del animal. Baste un ejemplo: mientras, el de un hombre solo alcanza 60 micrómetros (60 millonésimas partes de un metro), el de una ballena jorobada mide 52,5 micrómetros. Y sin embargo el espermatozoide de una mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) mide 5,8 ¡centímetros! de largo. O sea, es bastante más largo que ella.
Así que, si seguimos comparando (que nadie se eche a llorar), veremos que el espermatozoide de una rata es casi el triple de grande que el nuestro (así de bien les va, claro). Las curiosidades que ofrecen estas comparaciones son tantas que las hemos juntado todas en el siguiente gráfico. En él, comparamos, a escala 100:1 el tamaño de los espermatozoides de 11 animales de varias especies terrestres y marinas.
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