20 nov 2012

Le extirpan los genitales tras inyectarse aceite de oliva con el fin de alargar su pene


En Tailandia, un hombre de unos 50 años tuvo la ocurrencia de inyectarse aceite de oliva durante años con el fin de alargarse el pene. Por lo visto, se lo inyectó por encima de sus posibilidades (que diría Mariano Rajoy) y acabó en el servicio de urgencias de un hospital de Bangkok, donde tuvieron que extirparle los genitales porque se había provocado una infección que al final terminó derivando en un cáncer.
En palabras de un portavoz del hospital en el que se llevó a cabo la intervención, “ha sido la cirugía genital más grande que jamás hemos hecho”. Y eso es mucho, porque cuentan que les llegan unos 40 pacientes al mes con problemas en los genitales por los daños causados por este tipo de tratamientos de alargamiento de pene, por lo visto habituales en Tailandia y que, incluso, se practican en clínicas con licencia.
La situación ha llegado a tal extremo que el hospital ha hecho un llamamiento a los hombres tailandeses para que abandonen la idea de someterse a estas prácticas que, según el centro sanitario, “producen infecciones severas en la mayoría de los casos”. El hombre, por cierto, está fuera de peligro, aunque con su masculinidad limitada.

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